Rehabilitación: Precoz es la palabra clave

Rehabilitación

Precoz es la palabra clave

Estudios publicados sugieren que una vez ocurrido un ictus existe un período en el cual el cerebro muestra un aumento de la sensibilidad para experiencias rehabilitadoras, siendo capaz de readquirir funciones perdidas, la que va disminuyendo con el paso del tiempo. Con esta certeza trabaja el equipo de Neurorrehabilitación del INCA, que con una vasta experiencia da una mirada integral a este proceso.

Una vez que un paciente de ACV isquémico pasa por el tratamiento de trombectomía mecánica o farmacológica, para eliminar el trombo que está obstruyendo la irrigación sanguínea, este puede enfrentar una gama muy amplia de lesiones. Así lo explica Enrique Guzmán, Jefe del Servicio de Neurorrehabilitación del Instituto de Neurocirugía, quien detalla que “en esta área se puede enfrentar a un paciente sin ningún tipo de déficit, con un pequeño dolor de cabeza, donde lo único debemos hacer es recuperar su movilidad después del tiempo de recuperación en cama, que en general oscila entre dos o tres semanas, en que el paciente ha pasado por la UCI y ha sido sometido a los tratamientos mencionados para eliminar ese trombo”.  Como contraparte, y dado que como se mencionó el espectro de secuelas es amplio, también hay pacientes que quedan con una gran discapacidad, “que llegan con una hemiplejia, que muchas veces va acompañada de disfagia, afasia o alteraciones del habla, daños cognitivos y parálisis del hemicuerpo, y allí entra en acción todo nuestro equipo de neurorrehabilitación, partiendo por trabajar desde la parte motriz, la disfagia, el habla, las actividades de su vida diaria que se han visto entorpecidas, la parte psicológica, pues muchos de estos pacientes sufren de depresión, ya sea porque se dan cuenta de su deterioro o como parte de las secuelas”, detalla el profesional.

En este sentido, el INCA cuenta con un equipo de Neurorrehabilitación compuesto por kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos y una fisiatra. La coordinación de este grupo es clave en la rehabilitación integral del paciente que ha sufrido un Stroke, durante su estadía en el centro de salud, así como posteriormente en caso de que al usuario, por su dirección, le corresponda seguir atendiéndose aquí. 

Junto con mantener reuniones constantes: “Todos los viernes vemos a los pacientes de sala que están en este tratamiento integral. Además, hay coordinación con la asistente social, porque es necesario una vez que se va de alta el paciente ver en qué condiciones se irá, con quién, dónde y cómo seguirá su tratamiento”, detalla el profesional.

“Nuestra intervención parte abordando una rehabilitación que es integral con todo nuestro equipo, y que es lo más precoz posible”

Una perspectiva integral

En el ámbito kinésico, asevera el especialista, “el abanico es bien amplio y tenemos que trabajar con un paciente que tiene todo un lado paralizado, cara, brazo y pierna; paciente que en un principio ni siquiera puede tener control de tronco o cabeza. Por lo tanto, en un primer momento comenzamos desde la UCI misma a activarlo, cuando ya fue sacado de la ventilación mecánica en caso de que la requiriera. Intentamos sentarlo, que tenga control de tronco, y después que vuelva a mover mano, cara y pierna”, señala el profesional.

“Nuestra intervención parte abordando una rehabilitación que es integral con todo nuestro equipo, y que es lo más precoz posible, tratando de que salga rápidamente de la UCI, a sala común, y de ahí su casa en las mejores condiciones posibles”, señala Enrique Guzmán. En este sentido, todos los estudios y guías clínicas enfatizan que mientras más precoz sea la rehabilitación, mejores resultados. De la misma manera, mientras antes se detecte el ACV, mejor también será el pronóstico. Por eso, el profesional hace un llamado a educar a la población en captar los síntomas. “Si notan que alguien habla mal o pierde fuerza en la mitad de la cara o el cuerpo, que acuda inmediatamente a la urgencia”, enfatiza.

“En cuanto a la rehabilitación, en los peores casos se logra hacer que el paciente camine, porque es más fácil recuperar la parte locomotriz, ya que la pierna necesita mucho menos ‘cerebro’ para poder recuperarse; no así la mano, esta tiene una representación cerebral que es mucho mayor, requiere muchas más células y, por lo tanto, recuperar su movimiento correctamente es mucho más difícil”, asevera el especialista.

Agrega que “aunque la marcha es más fácil de recuperar, en general los pacientes quedan con alguna deficiencia, y tienen que usar un aparato u ortesis que les ayude, sobre todo en la dorsiflexión de pie, que es lo que queda más dañado”. Explica que el pie tiende a caer y como resultado los pacientes se tropiezan con todo, entonces es indispensable que usen un aparataje que les levante la punta del pie para que no tropiecen y, a la vez, les afirme el tobillo para que al deambular no tengan esguinces, que es una lesión muy frecuente.

Luego el paciente se va de alta y debe seguir trabajando con un equipo multiprofesional, y en los casos en que este sea del sector y su atención corresponda al INCA, regresa en forma ambulatoria. “Terminamos de dejar al paciente lo más óptimo posible en todo lo que es su deambulación; tratamos de recuperar sus actividades en la vida diaria, su mano, etc.”, señala.

Oportunidades de mejoramiento

Una de las principales fortalezas que destacan de la atención de este equipo es precisamente sus profesionales. “Tienen muchas capacidades y expertise, con muchos años en el hospital. Contamos, por ejemplo, con una profesional próxima a jubilar que ha ido compartiendo su conocimiento; yo llevo 35 años, la fonoaudióloga tiene muchos años y expertise, y ella misma ha estado formando en cursos de postgrado de la Universidad de Chile, a fonoaudiólogos en la especialidad que se maneja acá, que es deglución y afasia. Básicamente nuestro fuerte es la unión de equipo, experticia y funcionamiento integral”.

Asimismo, recientemente se renovó la infraestructura del gimnasio, en cuanto a iluminación, piso, y otros elementos, lo que hace que la experiencia de los pacientes sea más grata y enriquecedora. No obstante, siempre hay oportunidades de mejora, como nuevas tecnologías que permiten potenciar los resultados de la rehabilitación. “En el mundo, hay varios aparatos, para electroestimulación funcional, movilizadores activos/pasivos para pacientes que están en cama, que permiten movilizar sus piernas como si estuvieran pedaleando, o las manos; aparatos que se pueden adosar a la cama, donde el paciente puede estar haciendo nada o haciendo la resistencia, es decir, tienen la flexibilidad para ajustarlos a fin de que puedan ayudarlo o dificultarle el movimiento, según sea necesario. “Se trata de tecnologías que se están solicitando para el nuevo hospital, pero, sin duda, recalca Enrique Guzmán, lo más importante es la activación, y el 1:1 que se hace entre el paciente y el profesional médico.

 

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